En una manifestación en Lalín contra el proyecto de ley del
ministro Wert se exhibió una pancarta maravillosa por lo que decía y por cómo
lo decía. Era apenas una cartulina amarilla tamaño A3, manuscrita, que una
chica levantaba sobre su cabeza: «Queremos una educación que forme PERSONAS no
TÉCNICOS EN MANTENIMIENTO de este SISTEMA». Firmaría con entusiasmo debajo de
esa frase. Comparto todos sus subrayados y todas sus mayúsculas, sin excepción
ni matices. Cualquier modelo educativo avanzado debería proponerse semejante
objetivo, pero…
También firmaría esa pancarta contra la vigente ley de educación y
contra la anterior, forjadoras ambas de los técnicos en mantenimiento del
sistema que padecemos, tan quebrado e inmoral. El medio más seguro de formar
técnicos del sistema consiste en desconsiderar a los estudiantes como personas
e intentar uniformarlos, convertirlos en clicks de Playmobil perfectamente
intercambiables, indiferenciados, prescindibles (van incluso más allá de los
famosos muñecos, porque los clicks, al menos, diferencian entre sexos). Se
consigue excluyendo del proceso educativo a todo el que no esté de acuerdo con
quien manda, de manera que el poder quede libre para moldear a capricho
conciencias y espíritus, sin que ni siquiera los padres puedan decir o hacer
nada, o muy poco, o a muy alto precio.
Y al final, en efecto, se logra criar un ganado tranquilo, que
pasta manso en los centros comerciales mientras sueña con que es muy
contestatario, revolucionario o liberal, porque se mueve en las lindes,
señaladas ya en la infancia, de lo políticamente correcto. Ningún halcón
capitalista sería capaz de inventar un modelo educativo más a propósito o
conveniente para sus negocios, para el sistema.
Paco Sánchez, publicado en La Voz de Galicia, 11.mayo.2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario